Invertir en ti es un acto de amor.

 

Si no te sientes valios@ y suficiente, es probable que te cueste invertir en ti. Sin embargo, comenzar a hacerlo te acercará a esas metas y a esa vida que tanto has deseado lograr.

Hace algunos años que vengo practicando esto en mí. E invertido en cursos que me nutren, que me ayudan a conocerme y también cursos que me entretienen. Me he regalado días de spa, viajes, he tomado terapias y sesiones que me ayudan en mi bienestar. Me hice un tratamiento de ortodoncia y de quiropraxia. Y así… e invertido mucho en mí. Y no porque me sobre el dinero (de hecho a veces tuve que buscar o crear formas para poder costear algunas cosas), sino porque sabía que esa inversión era lo mejor para mí. Y me traería beneficios.

Había decidido amarme y cuidarme, y parte de eso significaba el permitirme disfrutar de mi propia cosecha y el darme pequeños cariños y regaloneos. Siento que es necesario y forma parte del flujo energético del dar y recibir.

Suele pasar que quieres arreglarte los dientes, hacerte un masaje, necesitas acudir a terapia o te encantaría tomar ese curso de tejido que imparten cerca de tu casa o incluso de manera online. Sin embargo, siempre aparece de manera inconsciente una resistencia mental ¿Cómo la detectamos?… Siempre encuentras una buena excusa (no tengo tiempo, tengo hijos, estoy cansad@, tengo que trabajar, …) para posponer estos gastos, para restarles importancia y, en definitiva, para no invertir en ti.

Somos muchas las personas que enfrentan a diario estas dinámicas de autosabotaje por parte de su propia mente. Saben con claridad lo que desean o lo que necesitan, pero nunca se lo ofrecen. Sienten que no tienen dinero (pero si se detienen a pensarlo, han gastado más en el café diario del último mes que lo que necesitarían para ese propósito mayor). Sienten que no tienen tiempo, pero con frecuencia se descubren desperdiciando las horas frente a la pantalla (en instagram, netflix, etc).

¿Por qué nos cuesta tanto decidirnos a mejorar nuestra vida?

En realidad, suele suceder que de fondo existe un sentimiento de no ser suficiente o falta de merecimiento bien arraigado desde temprana edad. Si te sientes identificad@ con lo anterior, sería bueno iniciar un camino de autoconocimiento para tomar conciencia de la importancia de no seguir dejándote de lado, de no seguir “rechazándote” o “abandonándote” (que son heridas emocionales de la infancia no sanadas que se gatillan de esta manera).

¿Y entonces qué puedo hacer?

Toma acción y comienza a invertir en ti, es la única manera de revertir esa situación de autosabotaje y procrastinación.

Atrévete a dar ese salto…

El tomar acción y comenzar a invertir en ti te traerá muchos beneficios. Uno de ellos es que saldrás de tu zona de confort. Es muy común que muchos de los objetivos que tanto deseamos impliquen salir de nuestra zona de confort. Si nunca has acudido a terapia, tal vez te dé miedo que no resulte efectiva o que te confronte con aspectos que llevas tiempo reprimiendo. Si nunca te has decidido a practicar yoga, quizás temas no ser lo suficientemente “buen@”; y así… podemos seguir contándonos más y más historias.

Son miedos (que no siempre logramos identificar) los que nos frenan, son expectativas quizás demasiado altas que queremos lograr sin ninguna equivocación lo que nos hacen mantenernos en una zona de confort nada confortable.

Por eso es importante recordar y concientizar que la autorrealización está más allá de los miedos. Así que decidirte a invertir en ti constituirá ese salto de fe que te sacará de ese lugar que ya te ha quedado pequeño…

Otro de los beneficios de entrar en acción e invertir en ti es que comienzas a priorizarte. 

El hecho de realizar una inversión en ti en tiempo, en dinero o en cualquier otro nivel manda un importante mensaje a tu inconsciente: YO LO VALGO. YO SOY SUFICIENTE.

Cuando decides realizar un cambio que implica algún tipo de esfuerzo, te estás poniendo como prioridad por primera vez. Así, estás rompiendo de forma práctica con esas creencias que te dicen que es mejor gastar dinero en otros, o perder tu tiempo en ocio, antes que dedicarlos a tu mejora personal. Estarás desechando esas creencias que dicen que invertir en uno es sinónimo de egoísmo.

Podemos decirnos una y otra vez que somos suficientes y que merecemos lo mejor del mundo, pero si no nos lo demostramos con acciones, esas palabras quedan vacías. De este modo, invertir en ti es comprometerte contigo mism@ a darte valor. Y el compromiso propio es igual o aún más importante que el compromiso que uno hace con los demás. Hay una frase que dice: Me prometo, me cumplo! Y así debe ser, sino seguirás alimentando a tu herida de traición.

Invertir en ti te llevará también a dejar de procrastinar. 

Muchos profesionales de diferentes áreas pueden dar fe de que cuando una persona no paga por un producto o servicio, es mucho más probable que no lo finalice, que lo abandone o lo desaproveche. Por esto, al realizar una inversión nos estamos dando el impulso que necesitamos para dejar de procrastinar.

Si con frecuencia inicias proyectos y los dejas a medias, pierdes la motivación y nunca terminas de concretar tus objetivos, realizar una inversión te ayudará a dejar de hacerlo (a mi gusto, es una de las mejores maneras de darle valor a tu propio trabajo y ganancias).

Por último, el mayor beneficio que tiene invertir en ti es el de descubrir cuán valios@ y capaz eres. Hasta ahora no te has dado la oportunidad de demostrártelo, de ponerte a prueba, pues los miedos y las excusas han podido más. No obstante, en el momento en que te decides a arriesgar tu tiempo, tu dinero y tu seguridad, presionas también el acelerador de tus propias capacidades, de esa forma lograrás mejorar tu autoestima y autoconfianza. 

Aunque inicies con miedo e inseguridad, en el proceso verás que valió la pena, y esto te dará la motivación para continuar realizando cambios positivos. De esta manera, ese primer paso que tanto cuesta dar es el que posibilita que se sigan dando grandes avances.

Da el salto!

Cambia tu perspectiva: “no estás gastando el dinero ni desperdiciando el tiempo, estás invirtiendo”. Esto implica entender que el fin es valioso y que los beneficios que reportará superarán con creces esa inversión. Al tomar esta decisión, te estás haciendo una declaración de amor, una declaración de intenciones: “eres importante para mí y voy a apostar por ti”. 

Apuesta por ti!

Sé que no es sencillo realizar este cambio de paradigma; la mente se resiste y nos ofrece miles de excusas y posibles riesgos que nos invitan a no atrevernos. No obstante, una vez que comiences todo cambiará, pues estarás cambiando tu visión de ti.

Así que ya es hora… apúntate a ese curso con el cuál tanto resuenas, realiza ese tratamiento, inicia tu proceso de terapia… Cada pequeña acción diaria puede ayudarte a aumentar el sentimiento de valor y permitirte mejorar tu vida.

 

“Invierte en ti, eres tu proyecto más importante”

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